Mucho comic, mucho Gipi. Un comic que trasciende los limites del genero menor. También por eso Gipi acabó ganado Angoulême, el festival más importantes para el noveno arte. Empezaron a traducir su obra en muchos idiomas y a invitarlo, como no, a muchos festivales. El año pasado en el festival de comics de Barcelona, justo donde yo vivo.
Bueno, podéis imaginar como estaba, acababa de leer Mi vida dibujada mal y me moría por ir a verlo dibujar y para que me dibujase todos mis comics.
El tema es que no tenía la pasta para entrar en cada uno de los 4 días de la manifestación. Así que di la vuelta a la tortilla: llame la organización pidiendo, como joven estudiante de cine, de grabar el festival "juntando mis dos grandes pasiones" el comic y el cine.
Grabé parte del festival pero sobre todo le grabé a èl mientras dibujaba. Recuerdo, durante una sesión de firmas, un gran autor de comic frances sacar a escondida una foto Gipi dibujando: es el autor del momento.
El segundo día me puse en la cola para que me firmara mis cómics: el problema es que tenia 4 o 5, no recuerdo, y con el hecho de estar allí filmándolo todo el rato mi presencia se había hecho molesta. Así que traje amigos para que hiciesen la cola con mis comic. Pero lo mejor me paso a mi. Llevo en las manos S., su obra màs personal y intimista, un comic que consumí por haberlo leído tantas veces.
Llego delante de èl como un niño y estoy muy emocionado. Su mesa es desordenada: las acuarelas, una hoja para probar el color, un vaso con agua marrón y un solo pincel. Pocas herramientas para crear mundos fantásticos.
Empieza a dibujar: al principio no entiendo bien que esta dibujando, lo veo al revés. Lo había visto todo el día hacer varios dibujos que, aunque con variaciones, eran 3 o 4 . Pero este era diferente a todo los demás. A poco a poco el dibujo se fue materializando delante de mis ojos: un ángel en caída rápida que vuela a proteger un barco que se pierde al horizonte de un mar agitado.
Estaba sin palabra, lo estoy hoy en día cuando pienso en ello.
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